miércoles, 7 de octubre de 2015

Entrena cuando quieras bailar


Si sólo bailas cuando te apetece bailar, ¿por qué entrenar cuando estás cansado?




Tendemos, inevitablemnte, a creer que los planes de entrenamiento son sagrados. Nos establecemos x días de entrenamiento, con x kms semanales a x ritmo. ERROR.

Erramos en creer que sabemos más de lo que nuestro cuerpo nos está queriendo comunicar y no es así, aprenderemos a entrenar cuando sepamos escuchar lo que nos dice nuestro cuerpo y no nuestra cabeza o corazón. 

Durante mucho tiempo estuve en desacuerdo con los entrenamientos que se guiaban por las pulsaciones ya que un día que hubiera sido más estresante de la cuenta, las pulsaciones irían más altas y el entreno sería mas light. TAL CUAL.

Tal cual es lo que nos pide el cuerpo, nuestro metabolismo necesita rehacerse para poder rendir de nuevo y es que, señores, los entrenamientos se basan en la intensidad y no en la cantidad. ¿De qué sirve forzar tu cuerpo cuando no te va a responder? Sirve para llegar antes al conocido y temido sobre entrenamiento. El sobre entrenamiento como el punto máximo y último del no avanzar por más que se entrene pero cada día que machacas tu cuerpo, y tu cabeza, con entrenamientos desechables, no das un paso adelante. 
También es necesario que no te dejes engañar por ese ligero cansancio que produce un entreno bueno, importante.

Nuestro cuerpo trabaja en tres pasos, a lo muy general y que me perdonen los expertos: entrenamiento - adaptación - asimilación. Aquí no hay reglas de tres, ¿acaso las hay en algún deporte?, sino que cada metabolismo responde de una manera, en un mayor o pequeño tiempo que es, precisamente, lo que hay que aprender a controlar. 

No busqueís las claves de la mejora en acumulación, ritmos o datos estadísticos. Empieza por buscarla en tu cuerpo; si hoy estás cansado del entreno de ayer, date una tregua porque no asimilarás otra carga e irás arrastrándola y no permitiendo crear nuevos estímulos que te ayuden a mejorar.

Necesario tener también muy en cuenta todos los factores externos que hacen de un entrenamiento lo mejor o lo peor. Los cuales no soy capaz de nombrar aquí porque son muchísimos y muy difíciles. Pero vete informando del llamado entrenamiento invisible.

Y ahora, el ejemplo, mi ejemplo:
1 mes de entrenamiento de vuelta de unas merecidas vacaciones, casi 50 km diarios repartidos en 3 únicos días (entreno-descanso-entreno (más fuerte)-descanso-descanso-entreno-descanso). Mejor marca personal en 5000 (en pista y ruta). 

Busca la clave de tu mejora en
-un entrenador que conozca esto y no crea en las matemáticas
-tu cuerpo y sus quejas
-tu máximo y tu mínimo
-tu cabeza y corazón

Ánimo y disfruta.

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